Soñando vengo, soñando voy...

Yo creo que soñar no sirve de nada, es una verdadera pérdida de tiempo. Esto apenas lo pensé porque ultimamente he soñado con cierta frecuencia o al menos me he levantado con los vívidos recuerdos de lo soñado durante la noche.

Se de antemano que los sueños son solo una manifestación de nuestros deseos reprimidos o temores que negamos cuando nos encontramos despiertos o en un estado conciente y que la contraparte llamada: subconciente, es la encargada de hacernos ver todo esto cuando dormimos. ¿Pero que caso tiene que el pinche subconciente esté quemando neuronas durante las horas oníricas, si al despertar, la maldita realidad sigue siendo la misma?

Hace unos días soñé que me perseguían unos hombres lobo y la neta no le encuentro significado a ese pinche y despilfarrado sueño. ¿Qué chingaos significa un maldito licántropo en mis horas de vigilia pa' que mi subconciente me lo recalque durante el sueño? ¿Acaso será que lo que dice una de esas tantas páginas que abundan en la Web que se dedican a decifrar el significado de los mismos, se real y que tenga sentimientos de culpabilidad? La verdad no lo creo, me siento tranquilo conmigo mismo siempre y eso me basta.

Más recientemente soñé que me encontraba en una situación con dos viejos conocidos que hace tiempo pelearon y que hasta la fecha no se pueden ver. Ese sueño en realidad fué muy embarazoso porque mi mente recreo un espacio en donde me encontraba enmedio de ellos y no sabía como hacerles saber que la amistad de los dos me era igualmente valiosa y que no pretendía inclinarme a favor de alguno para que no se sintiera incómodo el otro. Pero lo más vívido de ese sueño, es que jamás pretendí aconsejarlos para una reconciliación porque de antemano sé, que su orgullo no les permite llegar a esos términos ni en sueños, ni despiertos, ni en ningún otro estado mental... es triste.

En otra ocasión tuve uno de esos sueños en donde experimentaba un pinche corajote por enterarme de que una querida amiga me confesaba que se había hecho novia de el imbécil más imbécil del mundo. Y casi al instante después de dicha confesión, desperté sintiendo la misma rabia por lo que había escuchado y de hecho, hasta se me quitó el apetito por seguir durmiendo... cosa que aproveché para recapacitar acerca del tema en cuestión. Llegué a la conclusión de que en realidad ella tenía todo el derecho de decidir con quién echar a perder su vida y que a mi solo me correspondía el papel de espectador pasivo y esperar a que por su cuenta abriera los ojos y se diera cuenta no muy tarde. Ese sueño al menos me sirvió para convencerme de que esa es la realidad y que al final, lo que deduje no era suficiente para corregirla.

Ahora les voy a platicar acerca del tipo de sueño que más odio en la vida, el del tipo: "Erótico". ¡Malditos sueños! Y digo malditos, porque son esos en que tu subconciente acompañado de tu líbido, recrean el espacio perfecto para que pases un buen rato con esa persona que deseas y que de sobra sábes, jamás tendrás más que en "sueños"... ¡Chále! Otra triste realidad. Pero lo malo no es que solo puedas experimentar todo esto bajo los efectos del sopor, sino que lo más culei de todo, es que en el momento cumbre, donde vas a poder ver, palpar, sentir y experimentar de primera mano con tus 5 sentidos esos lugares a donde pocos han llegado...¡Zaz! ¡Despiertas! ¡Ahhhh...! ¡Eso si que es frustrante..!

Y así es, si le siguiera me faltaría espacio para seguir compartiendo con ustedes mis experiencias en los terruños de Morfeo, pero la neta ya no quiero soñar o acordarme de mis sueños. Mejor me dedico a seguir fantaseando despierto acerca de que tal vez un día escriba un libro, tenga un hijo o dos, logre crear algunas conciencias y cultivar sensibilidades... ¡Ahhh..! Pero eso si, con la plena convicción de llevar al pie de la letra lo dictado en un libro por el maestrazo José Saramago: "Fantasear en demasía, no es el mejor camino para la curación del alma..."

Marcelo Soria Martínez.