sábado, 20 de octubre de 2007

Sicoanálisis de algo bien chafa llamado: "Película"


Hace unos días, al llegar a mi departamento y sin tener nada que hacer, me dispuse a encender el televisor y ver que tontería se transmitía como a eso de la las 7:00 de la tarde-noche. Cuál fué mi sorpresa, que en esos momentos se estaba transmitiendo y ya a la mitad, una película de Jean Claude Van Dame. ¡Nómbre..!, me dije... ¡Ésto no puedo perdérmelo!

En realidad jamás me han gustado las películas de ese corte y mucho menos de ése seudokaratecactorzuelo, pero creo que en esos momentos; sentía una necesidad de autoflajelarme mentalmente y decidí chutarme el resto de la "trama" que como ya había dicho anteriormente, estaba comenzada e iba a más de la mitad. (Afortunádamente)

La verdad es que nunca me enteré de cómo se llamaba dicha película, pero en realidad eso no tiene importancia, creo que todas las películas que ha hecho y sin excepción; tratan de lo mismo y el trasfondo de cada una de ellas, solo es la interminable sucesión de una copia de la anterior y así mismo de otra anterior y otra anterior y otra anterior...

Cómo en todas las que he visto de él, (¡Si! Así es... para criticar tengo que ver, ¿O no...?) siempre interpreta a un ciudadano de algún país maravillosamente capitalista, es un soldado que defiende las bondades de dicho país o en el mejor de los casos es un justiciero de esos casi anónimos que andan por el mundo enderezando los entuertos que lo agobian y de la manera más espectacular:
¡A chingadazos!. Un, por así decirlo: "Aereo Quijote Galáctico de Combate."

Algo que siempre me ha sorprendido es que éste tipo de heroes Hollywoodenses son inmunes a las balas. En este tipo de películas pasan por situaciones realmente difíciles de enfrentamientos entre buenos y malos donde se suelta la balacera, se dispara todo tipo de armas, de calibres y ellos, armados solamente con sus puños y el poder debastador de sus patadas, encuentran siempre la manera de salir avantes e ilesos entre una montaña de cadáveres. Bueno, la verdad es que si se llevan uno que otro moretón, un rozón de una bala o cualquier rasguño que no pueda arreglarse con una venda mugrosa y sudada o cualquier trapo que sirva para lo mismo.

La mujer bella y de reparto siempre tiene que existir, sin ella no habría trama porque es la que realmente da fuerzas y motiva a que nuestro heroe lleve a buen fin sus nobles fines justicieros y es la que siempre lo acompaña en los peligros para que al final de la película, después de haber dilapidado una cantidad infinita de balas, se hayan quemado como 50 vehículos automotores y se haya muerto la mitad del elenco, esté presente para cuando Van Dame, nuestro heroe en cuestión, cara a cara con el enemigo y sacando de no se dónde fuerzas de flaqueza, se agarre a madrazos con el integrante más chicho del bando contrario.

La pelea final se lleva a cabo y sin organizarla en un espacio abierto y con espectadores (acto que sería envidiado por los empresarios de la Triple AAA) y en dónde, después de recibir unos putazos dignos de dejar inconciente a cualquier mastodonte, nuestro heroe, ensangrentado y casi al borde del desmayo, intercambie una mirada furtiva con su amada... lo cuál lo hace levantarse cual Ave Fenix y apoyado por la magia de la cámara lenta (y en repeticiones) le acomoda al enemigo unos tremendos patadones en la mandíbula. ¡Ohhh proeza digna de los dioses...! Lo ha vencido... ¡Si señor...! ¡El villano ha sido derrotado...!
Ya para terminar, su amada lo ayuda a levantarse y se retiran abrazados entre las miradas de admiración de la muchedumbre, de la plebe, del vulgo que con temor y respeto los miran alejarse entre los escombros de la destrucción. Sáben que algún día y solo si se esfuerzan demasiado... podrán ser como él, como nuestro heroe. Ese gran paladín de la justicia y luchador incansable de las causas justas...
¡Chále's! ¿Pero sáben qué es lo peor...? ¿Sáben qué es más chafa que todo ésto...? ¿No...? Pues toda la gente a la cual le gusta ver esta mierda del celuloide...
Marcelo Soria Martínez

miércoles, 10 de octubre de 2007

Conjuguemos el verbo odiar...

Para la Súper Jenny. Estoy con usted...

Odio la pinche falsedad que inunda los lugares que habito, odio que mi departamento apeste a soledad, odio a los pinches políticos rateros que nos gobiernan y que en dos años viviendo en el exilio, solo hayan tocado a mi puerta en 6 ocasiones y eso, para cobrarme la renta o el gas. ¡Chále's!

Odio a los pinches microbuseros que se perrean el pasaje y hacen paradas en doble fila... hasta parece que toman en el mismo lugar, el curso para imbéciles. Odio que las viejas sean pendejas y se dejen engañar por los embusteros, odio a los embusteros que engañan a las viejas pendejas, odio no comprar nunca el Melate y odio quejarme por no sacarme la lotería. Odio ser pobre en un país de miserables que día a día se hunde más en el pinche agujero que se encuentra.

Odio las pendejadas que pasan en la televisión, odio a los borrachos de cantina que hablan mal de las mujeres como si de verdad las conocieran, odio los pendejos que dan las noticias y que se prostituyan peor que una ramera, odio mi trabajo, odio la basura de música que escucha la paisanada y también que se hable de las telenovelas como si tuvieran importancia, odio a los pendejos que creen en la selección mexicana de futbol y a los que se emocionan por que juegue el América contra las Chivas.

Odio que la Súper Jenny ande inmersa es sus pedos existenciales y pretenda no pelarme, odio no poder hacer algo al respecto y por esa razón, me odio a mi mismo. Odio mis pantalones rotos porque ya no me los puedo poner y que al Pedro le apesten las patas, odio no tener dinero pa' largarme a la chingada y quedarme por allá el resto de mis días... odio mi pinche teclado porque se le caen las teclas y que en la empresa donde trabajo siempre se hagan los cambios necesarios para que todo siga siendo igual.

Odio al Bush y al Calderón por culeros y a quienes votaron por ellos por pendejos, odio a los panistas por persinados y a los abogados sin escrúpulos. Odio la guerra y quienes permiten que suceda, odio a los argentinos mamones que ni conozco y a los que tampoco voy a conocer. Odio de nuevo que la Súper Jenny siga agüitada y que permita le maltraten sus alitas, odio no odiar demasiado y que no exista el lugar suficiente para recalcarlo.

¡Chále's! Odio tanto que necesito ayuda para seguir odiando y otra vez me odio a mi mismo por eso... odio tener que dejar de escribir porque ya me ando surrando. Ya me largo no sin antes recordarles a todos que se vayan a la chingada y si me pueden ayudar, háganlo en los comentarios. Se aceptan mentadas de madre, caracolitos o lo que le venga en gana... y si me van a odiar, háganlo de corazón y sin hipocresía... ¡Bahhh..! ya me voy, ay se hayan...

Mi otro Yo.

sábado, 6 de octubre de 2007

Del mal gusto, al ¡No la chinguen...!


¡Advertencia!

Lo aquí escrito es solo la humilde opinión de mi Otro Yo que me ha pedido ultimamente que le preste este espacio para desplayarse un poco y sentirse liberado de la prisión que para él, represento Yo.
Attm.
Marcelo Soria Martínez

Me declaro como un ente de muy mal gusto, solo eso. No puedo decir que me visto mal, que tengo malos hábitos o que veo televisón todos los días, porque repito, "soy un ente"; no cuento con un cuerpo "físico" propio, para mostrarle al mundo lo único que saben ver: Lo palpable.

Bueno, como les decía; gracias a la falta de ese cuerpo me siento con la autoridad necesaria para criticar lo que me venga en gana y mandar a la chingada a quien pretenda llevar mis opiniones a los terrenos de la: "discusión"... ¡No! conmigo se la pelan y se chingan... si desean hacerlo, mejor busquen al pendejete ese del Marcelo, conmigo no existe la democracia, la tolerancia o cualquiera de esos términos gastados y caducos en los que creen creer o entender.

El día de hoy y para no extenderme demasiado, solo quiero dar mi opinión acerca de la música que escucha el mexicano "promedio", osea la media que define o mide su grado de pendejés y la verdad es que no se necesita de saber demasiado al respecto para concluir que en su gran mayoría, el mexicano escucha puras reverendas mamadas.

¿No me creen...? ¡A chinga...! Pos ento's que es eso de "La Academia" y toda la bola de animalejos que de ahí salieron y orita se hacen llamar: "Artistas"...? ¿Alguien sabe que es un artista? Bueno, pa' que lo sépan, un artista es simplemente alguien que crea (¡Si! CREA) arte... no cualquier pendejillo cantando pendejadas que otro compuso y que en el peor de los casos aunque exista un autor, no significa que no dejen de ser pendejadas las que se cantan.

Hace poco, por los lugares que habito; celebraban a un tal "San Francisco de Asís" y la gente de por ahí, no dejó de hacer escándalo durante un par de noches. Tiraban cohetes, pasaban en sus procesiones con una tambora y al tercer día, como a eso de las 6:00 a.m. me despertaron cantando a todo pulmón una abominación llamada: "el mono de alambre"... ¡Chále's..!

Y si... así es, una cosa es tener mal gusto y otra: ¡No la chinguen...! ¿De qué sirve escuchar tanta pendejada? La neta me vale bien madres, así es que síganle dando duro a "la banda el Recodo", "Joan Sebástian", "Reik", "Intocable", "Maná", "Chayanne", "Lupillo Rivera", "Paquita la del Barrio", "Victor García", "Yair" y etc, etc, etc...

Si les pareció o no, me vale un reverendo pepino... así es que ay se hayan. Me despido no sin antes dejarles una joya de la creatividad, un despliegue de talento a cargo de un gran hombre que lo mejor que pudo haber hecho, fué morirse... ¡Chále's..! (de nuevo)...

Como Me Duele
Hay como me duele
Como me duele
Como me duele que te saquen a bailar
Como me duele
Como me duele, como me duele que te saquen a bailar
que te saquen apretar que te saquen para a tras
que te empiezen a tentar que te empiecen a bailar
Como me duele
Como me duele
Como me duele que te empiecen a apretar
Hay como me duele
Como me duele, como me duele que te empiecen a abrazar
Como me duele verdad de dios deveritas deveritas
Hay como me duele
Como me duele
Como me duele que te saquen a bailar
Como me duele
Como me duele, como me duele que te saquen a bailar
que te saquen apretar que te saquen para a tras
que te squen a tentar que te empiecen a bailar
Como me duele
Como me duele
Como me duele que te empiecen a apretar
Hay como me duele
Como me duele, como me duele que te empiecen a abrazar...

Valentín Elizalde.
(¡Cháles! Otra vez...)

P.D.
No vemos en el infierno...
Mi Otro Yo

miércoles, 3 de octubre de 2007

¡Tengan mucho cuidado!


Las nuevas formas de robar ya están a la órden del día. Ya no es necesario que te aborden con una arma y te golpeen para despojarte de tus pertenencias, ni que te conviertas en víctima de algún fraude telefónico de esos que están de moda y donde te llaman para decirte que ganaste un premio o una rifa de la que jamás compraste boleto.

Ahora existe una nueva manera de robarte y éste es el mótivo por el cual escribo y comparto con ustedes lo que está sucediendo.

Resulta que afuera de los centros comerciales y autoservicios, específicamente en el area de estacionamiento, un par de chicas (de muy buen ver) de entre 25 y 30 años de edad y vestidas con short'sitos o minifalda, te abordan en el momento en que subes a tu auto para retirarte después de haber hecho tus compras y con el pretexto de limpiar tu parabrisas te retienen algunos minutos. Después, se acercan y te piden (¡Ojo! No te piden dinero...) de favor que les des un ride al próximo o más cercano autoservicio porque necesitan ver a una persona en ese lugar.

Lógicamente accedes porque jamás imaginas que un par de chicas guapas te puedan robar y es entonces cuando comienzan a trabajarte. Una de ellas sube a tu auto en la parte delantera y la otra en el asiento trasero. Después de unos minutos y ya habiéndote hecho plática, una de ellas (la que va a tu lado en la parte delantera) comienza a seducirte hasta convencerte a que le permitas practicarte sexo oral.

Después de que accedes, la chica de la parte trasera aprovecha para despojarte de tu cartera, tus pertenencias y todo lo que encuentra a su alcance. Lógicamente no te das cuenta hasta que llegas a tu casa y descubres los faltantes. Ten mucho cuidado cuando salgas de compras. Comparto todo ésto con ustedes porque a mi ya me robaron el martes de la semana pasada, ayer y yo creo que el sábado que viene también...

Mi otro Yo.